dimarts, 3 d’abril del 2007

Zanahoria

Si visualizo la amistad, veo una cuerda siempre en tensión. A cada lado de la cuerda hay una persona estirando de un extremo, hacia sí mismo. Mientras la cuerda se mantenga tensa, la amistad continua viva; cuanto más tensa, mejor. No importa si un día una de las dos sujeta con menos decisión, la otra puede compensarlo estirando un poco más. Pero si la cuerda se suelta por uno de los extremos, por mucho que desde el otro se estire con todas las fuerzas, es imposible mantenerla tensa.

Aquel día quise decirte que tú habías soltado tu extremo. Mejor dicho, que tirabas de la cuerda sólo de vez en cuando. ¿Los martes y los jueves? ¿Los días impares? ¿Domingos y festivos? Reconozco que hasta perdí tiempo en intentar justificarte bajo una imposible progresión aritmética. Pero aquella tarde, solo ante mí, tu mirada lo dijo todo y por fin entendí que sólo tirabas de tu extremo porque pensabas que en el otro, yo había atado una zanahoria.

1 comentari:

Pau ha dit...

Yo querría un post aclaratorio sobre la zanahoria... creo que este no ha quedado suficientemente claro.


Si no has leído a Nietzsche la metáfora de la zanahoria no es intelegible.