dijous, 20 de desembre del 2007

Travesía

Mañana nos vamos a Mallorca. Pasaremos entre siete y ocho horas en el ferry que une Barcelona y Palma. Lo que para muchos es un viaje pesado, a nosotros simplemente nos gusta hacerlo.

La salida del puerto de Barcelona es una despedida tranquila, necesaria para tomar conciencia de lo que queremos aparcar por unos días. En alta mar, sólo rodeados por el mediterráneo, hacemos planes para los días que tenemos por delante, aunque habitualmente no avanzamos más allá del “qué bien vamos a estar, verdad?”. Y el instante en que se reconoce por fin en el horizonte la silueta de la isla es invariablemente emocionante.

divendres, 14 de desembre del 2007

Crecer

Me estoy haciendo mayor. Lo noto claramente cuando un amigo de la universidad termina su correo diciendo “Os quiero” y todos nos apresuramos a contestarle “¡yo también te quiero!”.

dijous, 13 de desembre del 2007

Falsa alarma

Hablábamos de trabajo, yo del mío y tú del que estabas buscando. Yo me ponía gris y te decía que lo mejor era que asumieras que un trabajo es a fin de cuentas sólo eso, un trabajo, que buscases tu realización en otro lugar.

Y cuando ya pensaba que me ibas a mandar a la mierda, simplemente preguntaste:

  • ¿A ti qué trabajo te haría feliz?
  • Violoncelista – dije yo, casi solapando mi respuesta a tu pregunta y con una enorme sonrisa de seguridad en la boca.
Pensé que la conversación se iba a poner interesante y hasta noté como el color gris me abandonaba. Pero no tardé en entender que se trataba únicamente de una falsa alarma. Lo que añadiste a continuación no fue sino uno de esos pequeños detalles que, casi sin darnos cuenta, marcan la diferencia entre las relaciones que aumentan en complicidad a medida que pasa el tiempo, y aquellas otras que simplemente se estancan.
  • Pero si tú no tienes ni idea de tocar el violoncelo!

dimecres, 12 de desembre del 2007

Eclipse

Tú dices que hay personas especiales y a mí se me ocurre que también hay momentos especiales. Casi como un eclipse, de pronto convergen una serie de factores y se hace posible. Y esta vez quizás fueron las piedras, que tomaron protagonismo para demostrarnos que podemos apretarlas con las manos y convertirlas en polvo porque hasta los obstáculos pueden ser tan solo espejismos.

Los caminos que ha trazado el silencio son los más difíciles de deshacer, y yo sigo siendo torpe a la hora de encontrar atajos; tú tampoco andas fina en orientación. Intento sin embargo ofrecerte palabras firmes mientras pienso en un libro de Josep Pla y en que tal vez algún día te hable de él. Como banda sonora, el chirriar de las puertas que estoy abriendo me recuerda que llevaban demasiado tiempo cerradas.

Al final, la inquietud de no estar segura de haberte sabido explicar que en realidad no arriesgas nada, que puedes tirarte al vacío. Lo intentaré de nuevo la próxima vez, pero ese día no cuento con que las piedras estén tan de nuestra parte y me temo que necesitaré otro eclipse.

dilluns, 10 de desembre del 2007

El círculo

Siempre he tenido la intuición de que caminamos en círculo. Ahora estoy casi segura del todo.


Kevin Johansen - El círculo

diumenge, 9 de desembre del 2007

Contra la pared


A cinco centímetros, delante de mí, una enorme pared me impide avanzar. Me obceco en encontrar la manera de que mi cuerpo pueda atravesarla. Llevo tanto tiempo intentando dar con la solución al problema, que por momentos creo que estoy delirando. Imagino que mi mano atraviesa la capa de ladrillos y cemento, detrás de ella puede ir el resto del cuerpo.

No soy tan racional como todos piensan y sí creo incluso en que un milagro pueda ayudarme. O que de pronto las leyes de la física puedan volverse del revés. Estoy mereciendo una solución porque le estoy poniendo todo el empeño. Y en mi mundo irracional y único, uno obtiene siempre lo que merece.

Pero por un momento dejo la mente en blanco. Si mi cuerpo pudiese atravesar esa pared, entonces eso no sería una pared, ni lo que atraviesa sería un cuerpo. Estaba tan cerca de la solución, que nunca estuve más lejos. Decido dar media vuelta y caminar hacia atrás. Esquivar el obstáculo no tiene que ser menos digno.