dissabte, 23 de juny del 2007

El guardián de mi intermitente adolescencia

Si hay un momento en la vida donde estamos en constante cambio, aprendizaje y adaptación de nosotros mismos, ese es sin duda la adolescencia. Yo en esto no fui una excepción. Aunque sí me sorprendo a veces teniendo la sensación de que ese período de mi vida no está cerrado, sino que aparece y desaparece.

Mi adolescencia intermitente no consiste en volver a tener que preocuparme por el acné juvenil (que además nunca tuve), ni en que una desconocida fuerza interior me invite a llenar de recortes de revista cada rincón de mi habitación. Tampoco me descubro pensando que el mundo está en mi contra, ni me rodeo de amigos hasta para ir a comprar el pan.

Sin embargo, cada cierto tiempo, la certeza de estar en los primeros cursos de un largo aprendizaje se me hace insultantemente evidente. A la vez, si miro a mi alrededor, el paisaje que me rodea es desconocido, pero no me asusta. Estoy segura de que atravesarlo no conllevará ningún peligro; en parte porque el insolente arrojo de los quince años me acompaña, pero principalmente porque sé que el guardián de mi primera adolescencia, también ahora me protege.

3 comentaris:

Unknown ha dit...

Yo también quiero protegerte... :-)

Laura ha dit...

Por supuesto, hay sitio para los dos :)

tonina ha dit...

oh que bonitos estos comentarios..
mi adolescencia fue bastante terrible. Cuidaré mis estrellas..m encanta