No formo parte del grupo de pesimistas que piensan que el mundo está muy mal, que se han perdido los valores y que ya no queda más remedio que intentar sobrevivir en esta marea de egoísmo que nos arrastra sin que podamos escapar. Yo aún creo en las personas.
Conozco una persona que conserva intactos sus principios y otra que cree en la buena voluntad de los demás aunque se dé una y otra vez de morros contra la pared que le demuestra lo contrario. Tomo café algunas tardes con un chico que sólo valora la belleza interior y salgo de paseo con una amiga en el amplio sentido de la palabra. Vivo con un hombre que es capaz de ayudarte en todo sin esperar nada a cambio y hoy he hablado por teléfono con una mujer que se deja llevar por sus sueños.
Todos ellos y otros más se convierten en las piezas con las que poco a poco construyo mi castillo. Encaramada en la torre y con la mano extendida sobre la frente, diviso un mundo mejor.
En otros momentos, cuando al intentar bajar del vagón de metro constato que existen hombres y mujeres de más de 40 años incapaces de comprender el significado de la frase “dejen salir antes de entrar”, se me desparraman todas las piezas y no veo más que mi propia sombra. Pero aún me quedan ganas de empezar de nuevo a construir otro castillo.
dimecres, 26 de setembre del 2007
Construyendo castillos
Escrit per Laura a 10:04 p. m.
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4 comentaris:
jo, me he emocionado...snif snif... de ti, aprendiendo, a construir castillos..
No está bien que lo diga siempre yo, pero creo que escribes maravillosamente bien...
Pau... empiezo a pensar que no me lees y pones siempre el mismo comentario :) Anda, mejor que opines del tema...
Què guapo!Si que té rao en Pavet. Petonets
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