
Al final, decido cerrar los ojos para esquivar los destellos y cesar en mi empeño de andar hacia donde nadie me ha invitado. A oscuras, sólo me atrevo a dejar que las rodillas venzan y a reposar sentada en el suelo.

Al final, decido cerrar los ojos para esquivar los destellos y cesar en mi empeño de andar hacia donde nadie me ha invitado. A oscuras, sólo me atrevo a dejar que las rodillas venzan y a reposar sentada en el suelo.
Escrit per Laura a 8:53 p. m. 0 comentaris
Asiduamente ando con la autoexigencia de integrarme, de ser un elemento más del país cotidiano por el que paseo, de ser capaz de moverme sin plano, ni brújula, de sentir que lo que avisto en 360 grados es mío.
A menudo tropiezo con la necesidad de volver a casa y de que mi abuela me reciba con la mesa puesta, de expresarme en el idioma del barrio y de pintarme la cara de algún color en la final del mundial de fútbol.
Siempre estoy de camino hacia ninguna parte, con la única esperanza de que tú también te hayas desorientado.
Escrit per Laura a 7:12 p. m. 0 comentaris
Hace bastante tiempo que dejé de leer el periódico, y sólo esporádicamente me arrepiento. Hoy, precisamente, es un día de esos. No sé muy bien de qué manera, me entero de la muerte del poeta Ángel González, hace ya más de una semana. Han pasado demasiados días, me hubiese gustado haberle dicho adiós con los ojos el día que se fue, qué menos.
Ángel hablaba muy bajito, como se dicen las cosas importantes. Y así me llegó su voz, serena y clara, sencilla e irónica.
Escrit per Laura a 8:58 p. m. 0 comentaris
Se suele decir, no con poca ligereza, que los amigos de verdad son aquellos que están a tu lado en los malos momentos.
Los que somos reacios a dar malas noticias necesitamos, además, que nuestros amigos tengan poderes adivinatorios.
Escrit per Laura a 11:03 p. m. 4 comentaris

De pronto paro un instante para mirar el camino andado, un camino repleto de sillas a lado y lado. Y me siento orgullosa de no haberme sentado jamás en ninguna, aunque algunas veces el cansancio fue tal que estuve cerca de aceptar la invitación. En ocasiones incluso me reproché a mí misma la tozudez de apartarlas y casi siempre viajé con la inseguridad de haberme atado inútilmente a esta manera de caminar.
Hoy, sin embargo, el cuadro enmarcado de mi rastro me transmite la paz que necesito y me arranca una sonrisa de complicidad conmigo misma. Anoto en la agenda la fecha, para cuando aparezcan de nuevo las dudas. Y sigo caminando.
Historia de las sillas (Silvio Rodríguez)
Escrit per Laura a 8:18 p. m. 0 comentaris
Vale no. La travesía de vuelta no fue como yo aventuré. Fue un infierno de nueve horas, con rotura de motor del barco, temporal y vómitos incluidos. Supe por primera vez en mi vida lo que es un mareo y comprendí, para mi desgracia, a los fanáticos de la Biodramina.
Intenté que las horas pasaran mirando la tele. Si leía, mi mareo aumentaba. Aprendí casi todo sobre la vida de los pingüinos africanos, que me parecieron unos seres adorables, mientras pensaba que si alguien hiciese un documental de La2 sobre mi vida diría cosas como que cuando estoy deprimida hago bizcochos.
La entrada de año la he tomado con mayor proporción de nostalgia que de energías renovadas. Igual para mí el año nuevo empieza en febrero y me da entonces por hacer listas de propósitos. Lo de vestirme de lentejuelas me parece más bien improbable.
Escrit per Laura a 11:39 p. m. 0 comentaris