diumenge, 20 de gener del 2008

Ángel hablaba muy bajito

Hace bastante tiempo que dejé de leer el periódico, y sólo esporádicamente me arrepiento. Hoy, precisamente, es un día de esos. No sé muy bien de qué manera, me entero de la muerte del poeta Ángel González, hace ya más de una semana. Han pasado demasiados días, me hubiese gustado haberle dicho adiós con los ojos el día que se fue, qué menos.

Ángel hablaba muy bajito, como se dicen las cosas importantes. Y así me llegó su voz, serena y clara, sencilla e irónica.

TODOS USTEDES PARECEN FELICES...
...Y sonríen, a veces, cuando hablan.
Y se dicen , incluso,
palabras
de amor. Pero
se aman
de dos en dos
para
odiar de mil
en mil. Y guardan
toneladas de asco
por cada
milímetro de dicha.
Y parecen -nada
más que parecen- felices,
y hablan
con el fin de ocultar esa amargura
inevitable, y cuántas
veces no lo consiguen, como
no puedo yo ocultarla
por más tiempo; esta
desesperante, estéril, larga
ciega desolación por cualquier cosa
que -hacia donde no sé-, lenta, me arrastra.